
(A propósito de botellas en el culo)
Mi intimidad es mia, la tuya… también
C. H. H
La intimidad es íntima y pertenece (o debería pertenecer) solo a quien necesita mantenerlo en ese estado. La intimidad (hablando de la intimidad determinable espacialmente) le pertenece a las cuatro paredes de un cuarto, llámese: habitación, sala, comedor, baño e incluso una instalación hospitalaria; y cualquier filtración o acceso mal o bien intencionado a estos espacios, se denomina violación al principio fundamental de la intimidad.