
la masculinidad del hombre no está representada en su pene, sino en la virginidad de su ano. Ano que debe mantenerse seguro de cualquier invitación a ser invadido, porque si sucede denigra al hombre y lo subvalora al grado de colocarlo al nivel de una mujer. En este caso la mujer y su feminidad se piensan como algo pasivo, como la que recibe, la que es penetrada, la que es invadida; mientras que la masculinidad penetra, invade y domina.
“El culo tiene una sola vía, la de evacuación”
El ano representa el talón de Aquiles de la masculinidad, pues se convierte en el único conducto de acceso a otras formas de placer que históricamente fueron asignadas al pene – torre de lo masculino- y hoy por hoy desvirtúa la idea de que solo se siente goce y satisfacción sexual al momento de penetrar.